Como explicar esta sensación de que una vez que se empieza a escribir se transforma en una adicción. Que con la cabeza llena de ideas, de flores, de burbujas, a cualquiera se le revoluciona el corazón.

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lunes, 26 de noviembre de 2012

Cenicienta también espera


Te espero todas las noches
alrededor de las 12
como a la cenicienta.
Te espero puntual
como siempre
y como tantas veces
como en verdad no fuiste nunca.


Te espero aunque se que no vas a estar
porque no
y porque ahí jamás
porque aunque estuvieras
yo no sabría que hacer
con tanto yo y tanta nada.

Y sin embargo
te desespero
eso si y más de esa forma
en tus lugares habituales,
en todo vos
y esa mirada.

Tanta espera,
eso,
más que nada.

lunes, 13 de agosto de 2012

Hay tiempos así en que no escribo,
no pienso claramente,
no siento en realidad.
Que me pierdo entre excusas
            ilógicas
y busquedas perpetuas
     de algo que falta y no está
y que en realidad no va a estar nunca,
     porque no es real,
               todo ese vacío,
                     esa falta de ubicación,
                           el desconocimiento de uno mismo,
no son más que excusas para librarse un poco
y dejar de sentir permanentemente,
dejar de pensar e imaginar,
dejar de ser por un rato.
Como es posible sentirse perdido
dentro de uno mismo?
si todo en mi es mío,
mio y de nadie más,
y todo lo que hago o lo que dejo de hacer
es lo que soy.
La busqueda de la identidad,  puras evasivas nena.
REACCIONÁ!

domingo, 29 de abril de 2012

Ojalá que no

Ojalá no se pierdan nunca
estas ganas y la sonrisa
los pasitos fugitivos
cuando me invitás a caminar de noche
por lugares extraños
y me dás la mano para espantar el miedo.

Ojalá no se pierdan nunca
tu mirada de inocencia,
de niño grande,
y la seguridad que me dá
cuando decís que no existe nada malo.
Que no sea tan boba.

Ojalá no se pierda nunca
la costumbre de extrañarte
lo inevitable de quererte
las cosquillas
y el hábito de pensarte,
de ejercitar la telepatía.

Ojalá no te me pierdas nunca,
no te me vayas
dejandomé
en un Ojalá.

lunes, 26 de marzo de 2012

Decime que es lo que hago
para aliviarte esta pena,
para dejar de llorar
y verte feliz y abierta a la magia
de esta vida de grandes miserias
y grandes ilusiones
donde sólo uno es quien escoge
si morir de alegría o de dolor.
Donde hay tantas razones
y tantas causas
y tanta cosa buena
que no me dan los sentidos para disfrutarlas
para aprehenderlas y desarmarlas
para gastarme en la alegría
de sentirme dueña
de tanta hermosura 
y tanta tristeza,
tanta cosa suelta,
pero siempre mía
y siempre dueña plena.

jueves, 15 de marzo de 2012


A quien dar estas piernas y estas formas,
cuando haga la limpieza de conciencia,
cuando cambie mi personalidad de manera completita
y no me quede ni un espacio de miedo,
donde no quepa esta esencia,
y este alma lastimada.

A quien dar todo esto,
toda esta vida y esta carencia,
y estos ojos,
y esta boca,
y mi tristeza,
donde van a ir a parar?

miércoles, 7 de marzo de 2012


Vos te esmerás porque todo sea perfecto,
y vivís en la cuerda floja,
buscando un punto de equilibrio que jamás vas a lograr.
Porque la seguridad,
esa eterna utopía,
solo está en tu cabeza.
Sos vos la cuerda,
y la mano que la maneja.
Sos vos quien te sostiene,
y en el momento exacto te dejás caer,
sobre unas manos que creés seguras.

Que por las noches,
llorás desconsolada,
porque la gente no te quiere,
de la manera en que vos querés que te quieran.
Porque el invierno es tan frío,
y la primavera tan cálida,
y el verano tan caliente,
y el otoño tan triste,
y vos tan inconforme,
y tan solitaria,
que nada es como debería ser.

Y nadie cambia nada,
y tu perfección es tan imperfecta,
que te volvés una guaranga,
gritando improperios a la gente que pasa,
porque no usan los sombreros que deberían,
y su ropa no combina.
Porque vos estás tan sola,
y la cuerda tan floja,
que tambalea tu cordura,
acercándote a la imperfección ideal,
la de la seguridad propia.

lunes, 5 de marzo de 2012

 no quiero que me analices, para eso voy a otro lado, y no me vengas contupsicologíabaratadeCoelho y salvemosalmundo queestánfácilserfeliz, cuando sé que me doy vuelta y te pasas la vida llorando.
Y no, no estoy deprimida, no me vengas con pelotudeces si te dije que el psicoanálisis te lo metas bien por lo hondo, si es que algo de profundidad hay en vos y no sos más que lo que yo sospecho, algo flotando en la superficie y que jamás va más allá. No estoy deprimida no, es otro cosa, un odio ciego o la certeza de que hay algo más allá, algo que ver y sentir y que no estoy alcanzando, algo que jamás voy a poder ver porque yo también soy un bicho de superficie; porque todos tenemos profundidades en las que no podemos entrar nunca a menos que aprendamos a bucear. Y bucear me da tanto miedo, no vaya a ser que me hunda y no quiera salir ya más.

domingo, 22 de enero de 2012


Si tuviera que escribirte te diria que me tenes cansada, que ya no te soporto ni a vos ni a tu forma de hablar con lástima. Que odio que me robes el correro, que me espies en las ventanas, que me desestimes las amistades y me maldigas las plantas. Odio que tomes de mi vaso, que me mires de reojo de una manera que denota lo que pensas, que me busques los puntos debiles y me estrujes el pijama tratando de encontrar respuestas que jamás te voy a dar porque no te mereces ni un segundo de mi percepción acerca de los problemas de tu cotidianeidad barata.
No quiero verte mas rondando callejones buscando excusas para acabar con mi calma, no quiero que me acuses de tus penas ni que me sitúes tampoco en el papel de victima que merece ser cuidada. Quiero simplemente que me dejes en paz por un tiempo, que te mudes de mi vista, que me dejes desenojarme con todo el cariño que te tengo, el mismo que logra que aún no te entregue esta carta.
No quiero lastimarte ni ser lastimada, no quiero insultarte a los gritos en medio de la calle repleta de gente para que te miren con lastima, no quiero pegarte ni llorar en tus brazos, no quiero mas consuelos. Ni uno solo de tus abrazos. No quiero pasear mas con vos, que me crean a tu medida; tener que fingir con tu perro una empatía comprada en base a galletas y chocolatada. No quiero tener que decirte que el tuyo es un diálogo de sordos en el que unicamente vos dirigis la charla, porque ya me dí cuenta que en verdad no deseas escuchar ni una de mis respuestas que consideras innecesarias.No quiero encontrar tus mensajes y tus llamadas de madrugada.
Quiero respirar traquila, hundirme en té verde y rezar un mantra, pintar manadalas, creer que todo eso puede curarme el alma, bailar en pijama y brillar en calma, volverme hermosa nuevamente, coquetear sin miedos y sin responsabilidades y sobretodo y mas que nada, alejarme de vos para no tener que escuchar ni una de tus mediocres palabras. Te quiero, lo juro. Pero si no me dejas espacio voy a tener que gritar y entregarte esta carta. Lo siento, no me interesa mas nada.

lunes, 16 de enero de 2012

Coronel retirado


No quiero involucrarme en tu guerra, ya no soy el líder de la contienda, de eso solo queda esta piltrafa que ves ahora con toda la paciencia por fin conquistada y con la certeza de que cuando sea el momento todavía me puedo levantar y conseguir lo que quiera. Pero este no es el caso, no vale la pena, cada uno sabe que conviene o no arriesgar y cual es el precio que estas dispuesto a pagar. Cada uno sabe con que o quien cuenta entre sus armas. Y en este caso para mi no vale la pena, me retiro del juego como cuando se juega al truco y se esta seguro que se va a perder, o que no molesta realmente una derrota en  el caso que se le quiera dar un poco de cabida a un rival. Lo único que te pido es que me ahorres el momento, las disculpas, las culpas; me molesta que me sitúes del otro lado, que me etiquetes, que me analices, que me pongas del lado del pobre enemigo al que hay que matar pero al mismo tiempo compadecer por ser una pobre victima de tu guerra. Si yo jamás luche, no me tenes que dar una medalla, la contienda fue tuya, contra un montón de fantasmas que crees imaginar con tal de realzar tu grandeza, porque nadie reconoce al ganador de una pelea en la que se encontraba solo. No hay grandeza en el hecho de conquistar una tierra declarada tuya de antemano, ni hay tampoco interés propio en hacerlo si se sabe que así de simple se va a ganar toda pelea.
Ahorrame tus discursos que estamos a niveles distintos, y no lo digo desde la grandeza del contrincante sino desde el punto de vista de alguien que hace tiempo ya dejo las armas y se retiro tranquilo de la pelea. No me hagas planteos innecesarios que sabes que no valen la pena. No voy a volver a esta guerra. De hecho, jamás estuve allí.