Hace un tiempo fui a la fiesta de San Juan. Hay que escribir en un papelito algo que se quiera dejar atrás, algo para que se funda con el fuego, y después se lo dobla bien chiquito y se lo tira en medio de la fogata.
Y se pide con todas las fuerzas que se queme, que se acabe, que se vaya y no esté más.
Y se cree; sobretodo eso. Así funciona todo.
La idea es que como el Ave Fénix, al otro día resurga todo lo bueno de las cenizas, y te vuelvas liviano y libre, porque renaciste, porque hay algo malo, o feo, o triste que dejaste atrás.
Porque todo está compuesto por ciclos, como la vida misma, y es necesario cada tanto morir y renacer para después poder volar.
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