Hoy te ví pasar, tan cerca que habría bastado gritar tu nombre para que me vieras. Sin embargo no hice nada, me quedé ahí, simplemente viendoté pasar. Y no sé como explicarlo, pero en el momento la idea fué tan clara... No quería que me vieras, que me hablaras. Al contrario de lo que tantas veces proyecté en mi cabeza, de lo que en incontables universos paralelos ocurre una y otra vez sin poder hacer nada, yo en ese instante no quise mirarte más. Me dió miedo enfrentarme a la realidad de que no fueras como yo te recuerdo, que no me recordaras o que ni siquiera te sorprendieras después de tanto tiempo. Me dió miedo que no te parecieras en nada a tu proyección. Entonces me quedé callada observandoté, hermoso así en mi memoria, pasando una vez más por mi vida sin un papel realmente cierto, sin una pizca de realidad que revolucione lo conservado con tanta calma.
No puedo explicar porqué esa revelación, tanta certeza a esa hora de la mañana, pero sin embargo estaba ahí tan claro como vos, pasando a mi lado en la parada.
a veces la realidad rompe la mágia de lo que hemos inventado en nuestras cabezas...otras, aunque no tantas, es la realidad la que supera y mejora a la ficción, deshazte del miedo, rumpe la duda.
ResponderEliminarBesos
Adelante.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS! YA VOY A JUNTAR CORAJE E INTENTARLO, MIENTRAS TANTO DISFRUTO DEL RECUERDO Y LA IMAGINACION! :)
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