Disculpe usted la falta de constancia, pero verá, la concentración se me ha ramificado. Los intereses se han desviado y han ido a parar a una serie de apuntes urgentes que hace tiempo tenía olvidados. Sin embargo esta falta de desahogo se está haciendo notar. De repente, como una oleada incontenible surgen las ganas de expresar, de contar, de gritar; de desparramar este reguero de letras sin un contenido formal, sin especificidades pero tan conciliadoras para mi calma.
Las historias se me han perdido, ocultas tras otras narraciones se me han olvidado llegando al punto de sentarme a escribir y que no se me ocurra nada. Pero no es por falta de sentido sino por falta de palabras.
- Es extraño saberse dueña de tantas palabras, y sin embargo
no encontrarlas nunca en el momento y el orden justos-.
pues yo diría que estas de hoy estaán muy bien ordenadas
ResponderEliminarbesos