Como explicar esta sensación de que una vez que se empieza a escribir se transforma en una adicción. Que con la cabeza llena de ideas, de flores, de burbujas, a cualquiera se le revoluciona el corazón.

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viernes, 19 de agosto de 2011

Adelia en los sueños

Cuando Adelia cerraba los ojos el mundo se venía abajo. En un parpadeo conciente era capaz de destruir todo presente y reemplazarlo por un inconfundible pasado.
En sueños se puede ser lo que mas quieras se autoconvencía Adelia y se volvía conejo. Es como el mundo de las maravillas de Alicia en el país, y se transformaba en la reina. Rápido que le corten la cabeza!, y se volvía rosal.
Cada vez que Adelia dormía el mundo variaba; su mundo era una maqueta del efecto mariposa, y cuando ella aleteaba un tifón destrozaba la almohada.
Cuando Adelia sonreía alguien al instante alguien se enamoraba, pero cada vez que despertaba se rompía un corazón.
- En el mundo de la realidad real el que sueña es rey-

lunes, 15 de agosto de 2011

Dame la mano que hace frío y a veces me dá miedo. No es un miedo concreto, yo se bien que no hay nada que temer, pero a veces necesito que me lo digas. Es un miedo como el de niña el que siento. Un miedo al cuco que se esconde en mi placard o bajo mi cama y se empeñan en hacerme creer que no está.
Es algo maravilloso ver como el miedo se achica al compartirlo con alguien. Aunque no sea garantía de que nada malo va a pasar, cuando hay alguien el miedo se hace pequeño. Dame la mano entonces que en este momento tengo miedo.
Necesito que me digas que no está el cuco bajo mi cama, pero que si yo tuviera razón y estuviera ahí escondido esperando vos también estarías conmigo, ayudandomé a hacerlo pequeño hasta que vuelva a ser solo una simple sombra proyectada. Hasta que ya no haya mas miedo y solo quedes vos y mi adultez, y tu mano agarrando la mía dandomé calma.

martes, 9 de agosto de 2011

Fragmento Capitulo 93 de Rayuela, Julio Cortázar.

Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.

¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto......